viernes, 28 de junio de 2013

¿ hay criterios para distinguir lo bueno de lo malo ?


Nuestros  propósitos  personales  nos  pueden  poner  en  la  posición  de  desear  lo  q suponemos  q  es  bueno ,  pero  puede   en  realidad   ser  malo .  por  eso  el  hombre  cayo en  la  tentación  . el  propósito  q  el  hombre  supuso  bueno , era  semejarse  adiós  ,  pero eso  lo  resulto  malo , creyéndolo  bueno  ya  q  de  esa  forma  conoció  el  pecado  y  con el  ,  el  mal  . el  bien  verdadero  es  el  q  necesitamos  por  naturaleza , lo  deseemos conscientemente  o  no , como  parte  de  nuestro  propósito  adquirido .

LEY DEL  KARMA

El hinduismo sostiene el hecho de la reencarnación apoyándose en el proceso energético de la ley kármica causa-efecto. Ésta es una ley cósmica equivalente al hecho de que cualquier acto positivo o negativo genera una respuesta kármica recompensativa o castigadora. Este mecanismo va reproduciéndose mediante sucesivas vidas en la Tierra, las cuales tienen por única misión purificar el alma del ser hasta alcanzar la perfección total.
A lo largo de las distintas reencarnaciones vamos progresando en el nivel de conciencia hasta llegar a alcanzar la perfección total, que es la consecución del hombre perfecto. El proceso kármico reencarnacionista se basa en las leyes inmutables del nacimiento y de la muerte, aunque una vez encarnado dentro de un cuerpo físico el ser tiene la posibilidad de moverse libremente según los impulsos que su libre albedrío le dictamine.

Cuando se comprende el objetivo de la reencarnación se toma conciencia de que el proceso evolutivo tiene como objetivo igualar la existencia de todas las criaturas. Se comprende que nada hay al azar en la vida y que todo tiene su mecanismo compensatorio; ello proporciona calma de espíritu. Así se hace comprensible por qué unos seres están bien formados y otros no, por qué unos están sanos y otros enfermos, y por qué unos son ricos y otros pobres espiritual o materialmente.

El karma es el destino del que cada hombre es protagonista a través de sus acciones. El Ser Supremo no premia directamente la virtud y castiga la debilidad, sino que la recompensa o el castigo van implícitos en la acción. Una acción buena o positiva produce frutos buenos, y una acción mala o negativa comporta malos frutos. Es como ya hemos dicho, la ley de acción y reacción. Ahora bien, no existe en este mundo una acción absolutamente buena o absolutamente mala. Todas las acciones llevan una carga positiva y una negativa. Decimos que es buena cuando su carga positiva es superior a la negativa y viceversa. Del mismo modo, no existe una conducta cuyas acciones sean todas buenas ni otra que sean todas malas. En términos generales, se considera buena una conducta que acumula más acciones positivas que negativas. Por eso, en la vida de todo hombre hay placer y dolor en distintas medidas. Siempre en relación directa a la calidad de sus acciones pasadas.
Existe una conexión definida entre lo que estamos haciendo ahora y lo que ocurrirá en el futuro. También existe esta relación íntima entre lo que nos ocurre ahora y nuestras acciones pasadas. Nuestro presente está determinado por nuestro pasado. De nuestra actuación presente depende nuestro futuro. El gran maestro Sivananda lo da a conocer así: "Eres descendiente de tu pasado y progenitor de tu futuro". Digamos que las circunstancias que van a rodear nuestra vida actual son ya inamovibles, puesto que son consecuencia de cuanto hicimos con anterioridad. Es como una flecha que se ha lanzado y ya no hay modo de detener. Sin embargo, la actitud o la manera con que afrontamos esas circunstancias van a influir decisivamente en la formación de nuestro futuro destino. 
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Ley del Karma

LA FILOSOFÍA DE BUDA

Buda, el "Iluminado" o "el Despierto" vino al mundo alrededor del 563 a.C. en Kapilavathu, en el actual Nepal, y murió en el 483 a.C. en Kusinara, es decir, tres años antes del nacimiento de Protágoras y dos décadas largas antes del de Sócrates. Cronológicamente, es por tanto, contemporáneo de los filósofos presocráticos, si bien su pensamiento y su propia vida presenta más paralelismo con el pensamiento y la vida de Sócrates. Aunque el budismo, al que dio origen, es más una religión que propiamente una filosofía, no deja éste de contener doctrinas de interés filosófico.
Al igual que Sócrates, Buda no dejó obra escrita, sino que sus enseñanzas se fueron transmitiendo oralmente, a través, en primer término, de su discípulo Ananda, hasta formar con el tiempo una amplia colección de escritos conocida por Tipitaka ("los tres cestos").
La "filosofía" eminentemente práctica de Buda parte de la constatación del dolor de la vida. La existencia humana se compone del sufrimiento de la vejez, la enfermedad y la muerte final. Este sufrimiento está causado por la sed de existencia que reside en todo individuo humano. La meta de la reflexión y de la acción no puede ser otra que librar, salvar al hombre de este sufrimiento. La liberación la cifra Buda en la eliminación de la causa que lo provoca: la sea de existencia que ha de verse extinguida, aniquilada en el nirvana.
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LA FILOSOFÍA DEL BUDISMO

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